Zavala, abanderado del PRI, cuenta con el respaldo del aparato de Gobierno. En el sexenio de Mario Marín ocupó la Secretaría de Gobernación y en enero pasado renunció a la Secretaría de Desarrollo Social para competir por la candidatura de su partido a Casa Puebla.
Por su parte, Moreno Valle se impuso a Ana Teresa Aranda en el proceso interno del PAN para definir al candidato que intentará sacar al PRI, por primera vez en la historia, del gobierno estatal. El ex priista cuenta con el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE.
Si bien estamos a menos de un mes de iniciar oficialmente las campañas electorales, –arrancan el 2 de abril y concluyen el 30 de junio– la lucha por mostrarse en público y a través de los medios comenzó desde hace varios meses.
La revista 360° publicó, en su edición de inicio de año, un reportaje en el que ofrece un retrato de ambos candidatos y que muestra una serie de imágenes que llamó la atención por el pésimo cuidado de la imagen del candidato priista.
A diferencia de las fotos que se publicaban cuando era secretario de gobierno, en las que cada día aparecía en tomas abiertas, rodeado de gente y la mayoría de las veces de perfil, en esta ocasión Zavala ocupó una de las dos portadas de esa edición de la revista –y gran espacio en interiores– en tomas de frente, con una corbata muy por encima del cinturón y en una gráfica hasta se ve al sonriente candidato con parte de la camisa fuera del pantalón.
En cambio, su contrincante político lució elegante, cuidadosamente vestido para cada disparo de la cámara del fotógrafo. Vamos, como si ya estuviera en campaña.
Es un hecho que el aspirante priista tiene garantizado el espacio en los medios de comunicación de la entidad, sin embargo, el gran reto de su campaña será estructurar los mensajes con los cuales difundirá sus ideas y propuestas, en los que deberá considerar, por supuesto, el cuidado de su imagen.
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